lunes, 18 de enero de 2010

DENTRO EN MÍ.

"A veces,cuando no están mirando,yo viajo adentro.
Me siento en el sillón cómodo,y en él me acomodo y remuevo hasta estar perfectamente seguro de lo cómodo que estoy,y de lo duradero que va a ser mi comodidad.
Una vez que estoy seguro de esto,cierro los ojos.Y empiezo a apretarlos muy fuerte,muy fuerte,como si quisiera darlos la vuelta para mirar dentro de mi cabeza.
Al poco tiempo los ojos empiezan a hundirse dentro de mí,hacia abajo y hacia atrás.Y empiezo a volverme del revés,me voy metiendo dentro de mí a través de mis ojos.
Al principio es una sensación rara,como de hundirme dentro de uno,de hacerse pequeño,y desaparecer en una profunda sima.
Pero luego es muy agradable.Yo lo hago hace poco,y no quiero ir muy lejos,no sea que vengan y tenga que desvoltarme.
Normalmente bajo poco a poco hasta mi garganta.Me gusta jugar con mis cuerdas vocales,masajearlas,deslizarme entre ellas y tocarlas como un arpa.Y sigo bajando.
Bajo un poco más y cuando oigo cerca su tam-tam característico,ya me apresuro,atravieso los tejidos y de un salto aparezco en el centro de mi corazón.
Allí se está bien.El corazoneo al principio aturde,como un incesante pum-pum,con su contínuo tam-tam.

Después de un ratito se está a gusto.La primera vez que bajé allí no fue muy agradable.Había todo tipo de cosas tiradas por doquier.Un trozo de guitarra,medio abrazo carcomido,un beso pequeñito,un viejo billete de tren...Aquello era un verdadero caos.Y extraño para mí,cómo un paisaje ajeno.
Tomé entre mis manos una caricia(aunque yo aún no sabía que era una caricia)que estaba tirada entre una bota de aviador y una larga trenza.
Era una difusa nube vaporosa en forma de mano y de color rosado,diría que la forma era la de mi propia mano.Me pareció que tenía vida propia.
Cuando uno es capaz de viajar hasta su corazón dándose vuelta,es capaz casi de cualquier cosa,así que le hablé a la pequeña nube rosada.

¿Qué eres?-le pregunté.
No lo ves,soy una caricia que no llegaste a hacer.-comenzó a decir suavemente-Quisiste hacerme,me formé en tu corazón,me preparé para existir,pero fuiste cobarde y no te atreviste.Ella se fue,¿verdad?

Puede ser.Mucha gente vino y mucha gente se fue.Y supongo que muchas veces no hice caso a mi corazón...-manifesté dignamente.

Pues por eso estoy aquí aún.-Y diciendo esto saltó de mi mano y se fue junto a un libro con sus páginas en blanco.

Aquel primer viaje fue triste.Recorrí lentamente con la vista todo lo que allí se acumulaba.Las palabras de la caricia me habían dejado incómodo.¿Tantas veces no había escuchado a mi corazón?Incluso había allí"cosas"para las que no encontraba significado.
Hablé con algunas,de una en una.Te puedes imaginar,había allí los más diversos objetos.
Me encontré una valla metálica con los alambres contados.Ella me contó que decidí romperla para colarme y divertirme en una piscina cuando tenía 14 años,pero en el último momento me entró miedo,y sólo quedó el deseo de romper la valla.
Hablé también con un perro grandote,del que siempre quise ser amigo,pero al que nunca me atreví a acercarme.
Una bufanda naranja me contó de lo mucho que la deseé,y de lo poco que me atreví a ponérmela.
Había una fila con retratos de mujer.Eran todas las que mi corazón soñó,pero mi mente se ocupó de descartar por poderosas razones,como acostumbran las mentes de bien.

Los primeros viajes hasta el centro de mi corazón fueron como hacer un inventario de mi no-vida.La otra vida que no había querido vivir,pero que también era mía.Además estos viajes me permitían reconocer los nuevos deseos de mi corazón que estaban en plena formación.
Desde entonces,cada sueño de mi corazón que comienza a formarse es mimado y tenido en cuenta:no quiero que me pese el corazón,o que reviente por la excesiva acumulación de sueños no realizados.

Al volver de uno de aquellos primeros viajes,justo cuando estaba desvoltando decidí que quizás podría hacer algo con aquellos deseos de mi corazón que se habían quedado a medio materializar.Les pregunté a ellos,a mis sueños,pero me miraron con extrañeza.Dijeron que ellos eran sólo lo que yo quisiera que fuesen.Que de hecho si no habían desaparecido,era porque yo no había querido.No les había hecho caso,pero tampoco había renunciado del todo a ellos.
Para aclararme un poco,los ordené por zonas.Junto a la aurícula izquierda amontoné besos,abrazos,caricias,sonrisas,cortes de mangas,muecas burlescas,llantos,apretones de nalga,risas,manotazos,guiños...gestos,todos,que no habían llegado a su destinatario.Salvo algunos,que los llevé hacia el ventrículo derecho.Los puse allí con los amores que no fueron,junto con los retrasos de mujeres,las cartas nunca escritas,pegaditas a las que leí pero no hice caso.
La aurícula derecha la llené de proyectos que se quedaron sólo en eso.Había fotos,papeles y papeles escritos por mí,ecos de las palabras que gasté en crearlos,y que luego no sirvieron para nada...
En el centro dejé una gran zona con deseos variopintos,algunos importantes,muchos no.
El ventrículo izquierdo lo dejo siempre vacío.En él me siento en el centro,y me quedo quieto,quieto mucho rato,escuchando lo que mi corazón me susurra al oído.Hablamos mucho allí él y yo.
Ahora que tengo más destreza en voltearme entrando por mis ojos y habitar mi corazón,ahora que tengo todos mis sueños pasados ordenaditos,ahora que me siento tranquilamente en el ventrículo izquierdo a escuchar mis sueños,deseos y anhelos más íntimos,ahora he empezado a completar la historía de aquellos sueños que pudieron ser y no fueron.Muchos besos los mando por el aire,porque yo sé que allí donde estén él o ella,les llegará mi beso(de repente se distraerán pensando en mí,sin saber por qué,y notarán algo calentito en alguna parte de su cuerpo,mmm).
Tambíen mando caricias,echándolas a rodar por el aire desde mi ventana.
Los abrazos,los doy vida con los árboles.Busco un árbol que me traiga la memoria de la persona no abrazada,le pongo un nombre,y le doy el abrazo.
Las caricias íntimas...,bueno me las quedo para mí.
Los proyectos los fundo y refundo,y tiro el resto.Así de los viejos sueños,saco otros nuevitos,adaptados al momento.
A muchos de estos deseos,viendo que ya no pintan nada en mi vida,los convenzo de que ya no les necesito.Les agradezco todo este tiempo juntos,y les pido que se disuelvan.Ellos solitos lo hacen,como pompas de jabón cuando explotan.

Para no olvidarme de mis nuevos sueños,me he buscado un truco.Los inmediatos,en cuanto los susurra mi corazón los materializo,no sea que se estropeen.Mi truco lo uso con todos los demás sueños:tanto para los más grandes,como para los más pequeños,para los nuevos nuevos,como para los que son versión de otros antiguos.
Hablo con ellos largo rato,y los alimento con mis palabras.
Cuando están bien formaditos,brillantes y perfumando el corazón,los muerdo con fuerza y me desvuelto.Aparezco con ellos agarrados en la boca.Entonces soplo y los dejo flotar sobre mi cabeza.De esta manera los veo siempre flotando sobre mí,como pequeñas nubes de colores.Así nunca me olvido de ellos.Los demás no los ven.Pero yo sí.Piensan que estoy un poco loco,eso sí,porque río y canto y hablo y juego con ellos.
Sólo a veces,me cruzo con alguien,y al cruzarse nuestras miradas sé que esa persona también tiene en cuenta sus sueños.
Lo sé por sus ojos,y lo sé por el perfume que dejan los sueños al pasar.

Por eso,cuando no estén mirando,mima tus sueños."


Escrito por David María Loperana Sarasola en Madrid el día 22 de junio del año 2003 para la revista del Ilustre Consejo General de Colegios de Prótesicos Dentales de España.

No hay comentarios: