Me encanta ver Madrid llena de mierda; es el ejemplo perfecto de lo que somos, una ciudad de mierda con gente de mierda, la cual ahora le va a resultar facilísimo mimetizarse con el entorno. Es una de esas ironías que te depara la vida que le hace congraciarse a una con la existencia.
Adoro ver como señoronas se tapan la nariz y la boca al paso por una montaña de basura (sí, también hay de las que huelen) y que, sin embargo, no sean capaces de apreciar la peste que proviene de su persona, de su ser más profundo... es el hedor de la podredumbre, de sus almas vacías: su condición de esclavas. Porque eso es lo que sois/somos todos, hombres, mujeres, niños, ancianos, jóvenes, vainillas, canelas, todos... esclavos sin cadena visible ni mazmorra, esclavos de nuestros trabajos (se esté asalariado o no), esclavos de nuestro consumismo, esclavos de nuestra ignorancia y estupidez, esclavos de nuestra vanidad, esclavos de nuestra tecnología y esclavos de tantas cosas. Sois esos gilipollas que cada vez que les ocurre algo mínimamente interesante sacan su
smartphone o
tablet para inmortalizarlo
, compartiendo y extendiendo vuestra supina idiocia y haciéndola manifiesta ante los demás, elevando así al nivel de singular aquello que no es ni de lejos importante ni transcendental, sino otro capítulo más de vuestra patética vida en la manada.
Yo os saludo, cagarros con patas, por hacer cada día que esta ciudad sea una puta mierda cada vez más grande y que encajéis perfectamente en ella, pues sois todo uno; mierda orgánica de descomposición lenta, rodeada de otra buena cantidad de mierda que se pudre más o menos rápidamente, todo ello encajonado y archivado en unas estructuras inanimadas edificadas y construidas para contener la basura humana y no humana y evitar que se esparza hasta los últimos confines del planeta.
¡Ah perdona!, ¿te ofendes? ¿Crees que no encajas en estos términos? ¿Acaso no sigues a la masa? ¡Ah!,que eres de los que se autodenominan "políticamente incorrectos"... valiente soplapollez. No perdona, mira: eres esa puta mierda de ser humano pegado a su tele u ordenador siguiendo las andanzas de una panda de drogadictos amparados y pagados por las autoridades deportivas de este país (y en muchos casos, tambíen continentales o mundiales); esa bazofia que se dejó embaucar con las preferentes o cualquier otro timo análogo por culpa de su puta avaricia; ese gilipollas que mientras fluía como el agua el crédito bancario en este país se metió en un hipotecón con un sueldo de no más de mil euros por la puñetera manía de tener casa en propiedad (mentira,es del banco) y legarla así a su futura prole aborregada para que sigan siendo tan subnormales como sus papás; ese idiota que vivía de su arte adocenado y yermo y que ahora que el Estado no le subvenciona los abortos cerebrales que perpetra va de "antisistema"; ese "manolo" de bar o maruja binguera que maltrata su cuerpo con una dieta hipercalórica e insana y unos hábitos sedentarios y cuando le da un patatazo quiere que le curen gratis, o si lo prefieren el flipao de la vida sana que se va a hacer montañismo o himalayismo y se piña por kartuli y le tienen que ir a rescatar también (por cojones) "de gratis"; o quizás seas de la "marea blanca" o de la "verde" que quiere más servicios públicos de calidad, más funcionarios, más apalancaos chupópteros, más putas, coca y marisco para los sindicatos "de clase" (amarillos) en definitiva: más Estado... dais pena.
Todo mi apoyo para el actual gobierno de la Nación, que está consiguiendo a marchas forzadas destruir el Estado y desacreditar a toda la clase política, algo que ni el sueño más húmedo de un anarquista hubiera podido pergeñar. Bravo, seguid así. Nos estáis ahorrando trabajo.
Sueño cada día que la huelga se haga extensible al servicio de recogida de basuras y una montaña inmensa de porquería sepulte para siempre la capital del Reino, o, en su defecto, que se acumule tal cantidad de inmundicia en la zona de Azca y en los principales ejes económico-comerciales de la ciudad que una chispa accidental haga arder todos esos edificios y comercios hasta los cimientos, y que en un futuro próximo una vegetación exhuberante e impenetrable pueble esos albañales para toda la eternidad.
El espíritu del Windsor siempre presente.