Hace ya más de dos años(creo)acudí a mi primera fiesta en el club Dark Sabbat en el ático,acompañándome para esa ocasión mi insumisa y un iniciado que tuve,CRONOS,dos maravillosas personas a las que considero muy buenos y apreciados amigos.Ya sabéis cómo va esto...era mi primera fiesta BDSM en un club:nervios,pensamientos espectantes y curiosos y millones de sentimientos de todo tipo inundando mi cabeza,pero al poco rato de estar allí ya me sentía como en casa,como si todas esas personas que horas antes me eran totalmente desconocidas fueran ya parte de mí.Y es que nos acogieron como uno más de ellos pues hubo risas,intercambiamos experiencias,sentires y conocimientos tanto de temas BDSM como de otros más profundos y algunos más banales.
Entre tanta gente nueva me llamó la atencion una figura pequeñita de larga cabellera dorada,capa de terciopelo y un colgante en el cuello con una gran D gótica,tímida,con una enorme sonrisa en sus labios pintados de rojo carmesí y un brillo de ilusionada entrega cada vez que su amo la miraba o le ordenaba que sirviera los canapés,las brochetas de melón y sandía heladas,lo cual se agradecía por el calor que hacía aquella noche aunque estuviéramos en la terraza.
En fiestas sucesivas siempre la vi cerquita de su dueño jugando con él y atendiendo a los recién llegados,bien haciendo de cicerone,bien sirviendo a los invitados.Siempre pensé que ellos dos formaban un círculo cerrado hermético al jugar,vetado a todos los que allí estábamos admirando sus innumerables juegos,aprendiendo del buen hacer de él y de la entrega de ella.Ojalá tuviera una barita mágica para tener el poder de retroceder en el tiempo y así podría haber hecho las cosas de otro modo.
Se nos fue el domingo 22 a primeras horas de la madrugada y al siguiente sábado(28 de marzo)Davide quiso hacer una reunión con la gente allegada que la conocíamos y apreciábamos.Cuando llegué al Ático la sala principal estaba llena de sus cosas:fotos y hojas sueltas de su diario encima de una mesa,objetos personales como gargantillas,ligueros y bolsos en otra,y sobre el suelo y colgados de perchas habia vestidos,faldas,difraces...toda una vida resumida en recuerdos que Davide nos fue relatando,"que si esto lo compramos en tal tienda de Amsterdam,esta foto está hecha en tal sitio".Con cada palabra suya se esbozaba una triste sonrisa y una dulce lágrima rodaba por nuetras mejillas;todo aquello estaba allí para nosotros,él ya se había quedado con parte de lo que tenía más significado para ellos.Resulta triste y un poco frío pensar que toda nuestra existencia se pueda resumir en unos pocos objetos mostrados en una mesa como si fuesen pruebas recogidas de un decomiso policial,pero si se piensa bien cada persona es producto de las circunstancias(u objetos en este caso)que le rodean,porque no se puede concebir ni abarcar la vida de un ser humano sin tener en cuenta esas pequeñas cosas que nos acompañan en nuetro camino.
Todo este recordatorio supuso una catarsis para todos los que allí estábamos y una manera de purgar todos esos demonios que cada uno lleva consigo y,de esa manera,poder reemprender nuestras vidas con la lección aprendida de que la existencia es muy corta,que la vida es breve y fugaz y el destino es a veces un poco traicionero,y que la muerte es tan sólo una circunstancia que nos aguarda en cualquier esquina a cualquier persona.
A mí me gustaría recordarla como aparece en esta foto:con la energía y la fuerza de sus ganas de vivir y esa maravillosa sonrisa que nos alegraba a tod@s el día cuando la contemplábamos.Como diría Freddy Mercury en sus últimos años en Queen:
¡¡¡SHOW MUST GO ON!!!
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