martes, 9 de noviembre de 2010

CUANDO LOS VIVOS DESAFÍAN A LOS MUERTOS.


Quisiera pedir disculpas antes que nada por mi tardanza en actualizar el blog,y voy a romper mi silencio contándoos lo que nos aconteció en esa mágica noche donde conviven en el mismo plano los muertos y los vivos.Hay ciertas fechas en el año que para mí son especiales,como por ejemplo el solsticio de verano(o Noche de San Juan),Nochevieja o la que nos ocupa ahora:la Noche de Difuntos,Halloween,Samaín,Castanyada o como os plazca llamarla.

Me considero una criatura de la noche,digamos que lo tétrico y oscuro me atrae,y aunque me parece un poco ridículo por artificial el copiar fiestas de otras culturas(y para más inri de los States que queda como más snob),a decir verdad es que mola salir a la calle haciendo el cabra sin que necesariamente tengas que acudir a una fiesta "in" vestid@ de mamarrach@.Fue divertido ver cómo TITANUS se maqueaba en mi casa antes de reunirnos con el resto del grupo;me quedé sorprendida al saber que tenía nociones de caracterización y lo bien que quedó:no me negaréis que tiene arte el muchacho.

Quedamos en La Gavia para cazar a algunos humanos y saciar nuestra irrefrenable sed de sangre y carne fresca,pero no caímos en la cuenta de que eso era un centro comercial y no había ningún ser humano:eran todos zombies y no valía la pena alimentarse de muertos vivientes.De esta manera no nos quedó otra que aceptar la comida que suelen consumir los humanos.

Imaginaos ver paseando por las calles de Madrid a un grupo de no-muertos tan particular como éste:una vampiresa y una vampirizada,un cura satánico vuelto a la vida,dos brujas,una muñeca zombie,un creativo con sus gafitas redondas de cristal azul y su traje que parecía recién salido del Soho,un gatito persiguiendo a un pequeño ratón y una gatita muerta muy vivaracha,un decapitado con las manos manchadas de sangre por sostener su propia cabeza cercenada y tres súbditos humanos que llevábamos para que nos sirvieran.





Al no satisfacernos en absoluto el alimento para los humanos,tuvimos que salir a las calles de cacería para no tener que hacer uso de la reserva de nuestros súbditos,porque a parte de que éramos muchos y que con su carne no íbamos a tener ni para empezar,les tenemos cierto aprecio sin contar que:¿quién nos iba a hacer el trabajo sucio?
Entre que había muchísima competencia de depredadores,que las víctimas corrían como posesas l@s muy cabrones/as y que un año de inactividad recluídos en nuestro submundo nos había dejado un poco oxidad@s en el arte de matar,nos retiramos con el rabo entre las piernas y los colmillos guardados en un vaso con agua por el fracaso de tan infructuosa operación.

¿Dónde ir después de este varapalo?Nos retiramos a un sitio tan típico y propicio para la fecha como la casa del gatito y su bruja.Allí nos lamimos las heridas,nos mordisqueamos un rato,jugaron los gatos con un enorme ovillo de lana amarilla y acabamos la noche entre risas,charlas y autotorturándonos con la infecta música de los humanos,todo antes de que amenazaran con salir los primeros rayos de sol.

Guardad bien vuestras almas porque estáis constantemente vigilad@s y durante la próxima Noche de Difuntos exhalaréis vuestro último aliento.

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